Cuando me nombras
Cuando dices mi nombre,
mi cielo truena
y un fuerte vínculo
de urgencia y deseo se crea.
Cuando dices mi nombre,
la noche descorcha añejos sabores
y la luna se embriaga
relatando sus viejos amores.
Cuando dices mi nombre,
tu voz se humedece
de entrepierna y poesía,
en la mañana,
en el cuarto no habrá más cenizas.
Cuando dices mi nombre,
sacrifico mi cuerpo a tu volcán,
donde me consume su fuego sensual.
Cuando dices mi nombre,
retoña desnudo tu paraíso en gemidos,
pues la pasión
en amantes nos ha convertido.
Cuando dices mi nombre,
es con eco tu piel la que habla,
y en esa excitación,
retumba dulce la palabra.
Cuando gritas mi nombre
y tu espalda se arquea en su placer final
es cuando desmayo en la sinfonía
de hacer el amor sin igual.