El aguila y la Luna

El aguila y la Luna

Mi ansiedad por tu piel

Mi ansiedad por tu piel

Reposo mis labios en tu espalda
y es tu piel la que entibia estos besos,
que esperaban impacientes
sentirte desnuda
en la suavidad de las sábanas.

Por fin mis manos descansan
en lo que tanto extrañaban,
el contacto de tus formas
retorciéndose hasta el alba.

Siempre te ves atractiva
cuando estas despeinada y con sed,
amémonos sin tapujos,
estamos solos y unidos,
hagamos que nuestro universo
se revuelva hasta arder.

Entrego mi ansiedad
al refugio de tus alas,
donde es la humedad
la que gime extasiada.

Amor sin rodeos,
necesidad y deseo,
la inconsciencia del momento,
y sólo por hoy,
mi corazón satisfecho.

Sin título 23

Sin título 23

Que se libere este amor
encerrado,
por barrotes de odio ajeno
y miradas clandestinas
que golpean con su eco.
Fui prisionero de mis ilusiones
y ahora rompo mi celda
para llegar hasta ti,
mi amada,
no hay héroes en estas melodías
porque sólo busco tu amor errante,
solitario,
indeciso,
que me ofusca
porque me faltas
hada hermosa,
consuelo eterno.
Tú te entregabas a estar conmigo,
como una boya que baila serena
en el medio del océano tempestuoso
pero sola,
y es por eso
que ya no quiero escribir mas
pero me obliga este sentimiento,
de calmarnos esta ansiedad por amar.

Sin título 22

Sin título 22

Navegamos en el placer,
naufragamos en la lujuria.

Tu cuerpo me pedía
y mi carne solo
quería complacerte.

Mi esbelta figura de pasión,
me hipnotizas…

Y ciegamente
recorro en el paraíso de tus formas,
perdiéndome cada vez más,
en tu aroma de mujer.

Pues tu me enseñas a nadar desnudo
en el infierno de tu ser.

El total

El total

Tus rayos me abrazan sol encandilado.
Cuantas veces al repetir tu nombre
me sentí al borde de aquel acantilado
y es que me quedo allí parado impávido,
mientras el viento sale de paseo
y se mofa de mis nostalgias
que me tienen al acecho.
Tuve dolores muy crueles en mi pecho,
pero tu mano firme, sincera y compañera
los ha mitigado.
Respiro profundo imitando un suspiro
y es que tu rostro se vuelve presente
así, como siempre lo he imaginado.

Hay tumultos en las rocas
por las gaviotas hambrientas y egoístas
pero ya sabemos que nos tenemos
para cuidarnos mutuamente,
de las fieras antagonistas.
Las caras charlatanas
siempre tienen dibujada una sonrisa,
pero tu honestidad pulcra
siempre fue el consuelo para alejarme de la cornisa.
Es por eso que hoy me doy cuenta
que conocerte fue el inicio del sosiego,
para una parte de mi alma perturbada
y la entrega de tu amor fue el total,
para volverla inmaculada.

Para poder soñar

Para poder soñar

Eres el aire que me mantiene vivo.
Cruzo por el desierto
y están tus huellas marcadas en la arena,
que me guían hacia ti.
Mi corazón choca contra un arrecife,
pero sólo encontraré paisajes cuando me miras
porque son tus ojos los que me dan la libertad
para poder soñar.
Descalzos y de la mano pisaremos lo verde
y la fruta madurará dulce en tus labios.
Cuantas veces una tierna
y honesta lágrima nacida de un adiós,
nutrió lo que siempre supimos que era amor.
Jamás podría mentirte,
el beso perfecto
sólo puede ser dado por tus labios.
Quiero amarte toda la vida,
quédate conmigo
y juntos
nos llenaremos de pasión y dicha.

Desesperarnos

Desesperarnos

Siento el calor de tus piernas,
atrapando mi virilidad desatada.
Quiero que me quemes
y me marques la piel
con las llamas de tus besos.

Me aferro a tu cintura,
para palpitar
con el movimiento
del amor desenfrenado.
Ya no habrá más obstáculos,
pues ya no queda ropa,
voy a hacerte mía…

Tu cuerpo entero tirita,
y tu boca exuda pasiones con sonidos,
te muerdo,
te aprieto,
me pierdo,
cierros los ojos
para disfrutar el sentir
de todo tu ser
perdido en el placer.

Mis manos juegan en tu cadera,
mientras tu pecho golpea con el mío,
el sudor se mezcla
con la excitación completa.

Las bocas están fundidas
en la tempestad de la cama,
donde nunca habrá más calma
porque sabremos necesitarnos,
sabremos desesperarnos,
simplemente…

por  amarnos.

Embarcados

Embarcados

La marea sube porque quiere caminar sobre la playa
y es que el océano esta enamorado de la tierra.
Por las noches recita su poesía declarando su cariño con las olas,
y la espuma, son caricias infinitas que se repiten una y otra vez
al danzar con su vaivén.
La luna esta celosa y se apega al planeta con su gravedad,
pero el océano jamás se rinde
pues sus deseos no naufragan, sólo encallan
con sus besos salados en la arena,
y ella que se entrega al suave encanto
de susurros en el viento.
La noche brilla, las tortugas han perdido el rumbo
y se dejan atrapar por una tormenta que se acerca bramando
con sus truenos como heraldos de su llegada.
La pasión está en la costa y la lujuria ya es un huracán,
pues encerrados nos amamos navegando por nuestros cuerpos.
Estamos abrazos, recostados,
viviendo esa historia que se parece a la nuestra
y nos identifica con sus metáforas.
Nos rendimos a la pleamar de nuestra desnudez
siendo la piel el timón del corazón que ya no palpita en solo ilusiones,
ya no son sólo fantasías,
esta noche estamos en medio de la inmensidad del océano soñado
y nos deja realizados
porque estamos embarcados…

en el verdadero amor.

Ese nuevo amor

Ese nuevo amor

Bebiste consuelos
de su fuente de desprecios;
te sabe enamorada
y es por eso que disfruta ignorarte.

Tu corazón iluso
no deja escapar latidos
que no tengan su nombre
y te ahogas con su sangre
la misma,
que alguna vez compartiste.

Todavía sientes sus besos
que te dejan esa electricidad,
con el impulso de tus fibras
soportando los embates
de la pasión,
esa misma,
que tantas noches
te atormento en soledad.

Llegarás lejos,
hasta donde debas ir,
para sentirte querida
por esos ojos tímidos
que te miraron tanto,
de esa persona,
que no le hacías caso
pero que está
herida como tú.

Calmarás la sed
que te ofusca
bebiendo,
pero del océano
de la esperanza,
de tu mañana,

de ese nuevo amor.

Te esperaba

Te esperaba

Qué gusto verte,
te esperaba para decirte,
que las noches compartidas
tienen el rótulo de memorables,
porque cuando estamos unidos
hay magia entre las sábanas.

Que las copas
nunca están vacías
y las flores en la mesa
jamás se marchitaron.

Que te agradezco
porque tu tenue y cálida voz
siempre enunciaron las palabras justas,
las que más alentaron a nuestro amor.

Quiero que sepas
que dejaré siempre mi puerta abierta,
porque eres bienvenida
para amanecer con tu sonrisa.

Que atrás quedaron rencores,
las piedras de tantos tropiezos y errores…
porque cuando la luna asalte a la noche
quiero que estés conmigo,

cuando me quede dormido.