A capela V
Tan sólo su presencia opacó al sol,
tan sólo su sexo,
opacó a todos los pecados.
Ella volvió a mi alma un mundano,
tan sólo soy una hoja en blanco
y ella mi fatídica imprenta,
porque entre sus piernas…
está la fuente de todos mis deseos.
De Sol Elk
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